
La fluorita es un mineral muy reconocido en litoterapia por sus poderosas propiedades ligadas a la meditación y la espiritualidad. A menudo se la llama la "Piedra del Discernimiento" debido a su capacidad para aclarar los procesos mentales, promoviendo así la concentración y la toma de decisiones. En la meditación, la fluorita ayuda a alcanzar un estado de calma profunda, facilitando la conexión con el yo superior y el universo. Promueve la apertura del tercer ojo, fortaleciendo así las capacidades psíquicas y la percepción intuitiva.